2022: trascender y transformar la negatividad o dejarse llevar por ella
En este año 2022 la meditación y la oración van a jugar un papel especialmente importante como ámbitos de práctica yóguica.
El influjo creciente de la negatividad hará que ésta se manifieste de manera más y más evidente. Habrá, así, una tendencia a la polarización, en función del control mental que cada persona pueda establecer en sí misma.
Propiciar la neutralidad de la mente será algo necesario para poder apreciar las situaciones y percepciones con objetividad y proyectar calma en nuestro entorno.
Las técnicas de meditación, autoobservación, interiorización serán muy propicias pero para ello debemos ser capaces de regular nuestra energía. Si no somos capaces de generar las condiciones para experimentar y observar nuestras vivencias internas desde la neutralidad, el riesgo será caer en la tendencia hacia conductas obsesivas, caóticas, carentes de objetividad y de justificación. Nuestro entorno social favorecerá esta tendencia y quienes no consigan transformar y trascender esta inercia van a experimentar un gran sufrimiento.
La mente calmada facilitará nuestra capacidad de proyección y nos ayudará también a seleccionar entornos propicios de convivencia que nos retroalimenten. En este sentido será necesario trascender lo aparente, dejar de ser “el burro absorto en la zanahoria” para ser capaz de percibir cada situación en su plenitud.
El poder de la oración, la recitación y el mantra se verá reforzado.
Es un momento en que el, siempre presente pero habitualmente inadvertido, gozo interno puede permitir ver las cosas de otra manera y vislumbrar nuevos horizontes. Nuestro trabajo meditativo nos ayudará a tomar contacto con nuestra dormida capacidad de comunicación intuitiva, autosensorial, en un entorno en el que el que la palabra, sin ese impulso intuitivo, perderá utilidad como instrumento de relación.
Por tanto…. “equilibra tu energía, medita activamente y desarrolla así tu capacidad de observar con objetividad”