Orígenes
En la mitología hindú el sol es venerado como fuente de salud y vitalidad; simboliza la luz y el conocimiento. El saludo al sol o Surya Namaskar sería un ritual o danza para abrirse a esta fuente de vida y bienestar.
Si bien existen en los antiguos textos un Surya namaskar mantra (oración de reverencia al sol) y un Surya namaskar vidhi (preceptos acerca de las reverencias al dios del sol), no se ha encontrado referencia alguna a esta secuencia de asanas en los antiguos textos del Hatha yoga (Hatha yoga pradipika o el Gueranda samjita).
En realidad es una invención del siglo XX, del político hindú Bala Sahib, quien obtuvo popularidad cuando una periodista británica amiga suya que vivía en su palacio redactó la explicación de esta práctica y la hizo publicar.
¿Qué es el saludo al sol?
Es una de las series más conocidas y utilizadas y una parte esencial de la práctica de Hatha yoga. La puedes realizar como calentamiento o como una practica de yoga en sí misma.
Es practicable por personas de todas las edades y niveles ya que todas las asanas se pueden adaptar y hay variantes según la escuela de yoga.
Consta de una secuencia dinámica de 12 posturas o asanas (Saludo al sol clásico) realizadas como un solo ejercicio continuo, sincronizando el movimiento con la respiración. Cada asana compensa la postura anterior y es necesario realizar siempre los dos lados para equilibrar el cuerpo.
Factores muy importantes para obtener el beneficio que Surya Namaskar te entrega son la concentración de la mente en los movimientos que estás haciendo (habitar la asana) y sincronizar los movimientos con las inhalaciones y exhalaciones.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los beneficios al practicarlo de forma periódica se ven reflejados tanto a nivel físico como a nivel mental y espiritual.
- Mejora la flexibilidad muscular y articular. Trabaja toda la musculatura
- Mejora el equilibrio, por lo tanto, nuestra capacidad locomotora
- Masajea los órganos del abdomen, mejorando también el proceso digestivo
- Ayuda a calmar la mente
- Mejora la circulación sanguínea y se fortalece el corazón
- Equilibra los chakras
- Ayuda a minimizar la tensión mental, la ansiedad y el estrés
¿Cómo practicarlo?
1. Pranamasana:
- Ponte de pie con las piernas juntas y la columna larga
- Cierra los ojos y junta las palmas en mudra de oración
- Exhalando entona el mantra Om, esto facilita la conexión y guía en tu practica
2. Urdhva Hastasana:
- INHALA y eleva los brazos hacia arriba y un poco hacia atrás con las palmas en mudra de oración; abre bien el pecho
- Activa tu punto del ombligo (abdomen activo) y realiza una ligera retroversión de la pelvis
- Evita que la cabeza caiga hacia atrás
3. Uttanasana:
- EXHALA y flexiónate desde las caderas hacia delante, con la espalda elongada y con las rodillas semiflexionadas
- Apoya las manos a los lados de los pies, acercando la cabeza a las rodillas
- Suavemente estira las rodillas hasta donde puedas y dirige el coxis hacia el cielo
4. Ashwa Sanchalanasana:
- INHALA y estira la pierna derecha hacia atrás apoyando los dedos del pie (echando hacia atrás el talón) y apoyando la rodilla derecha
- La planta del pie izquierdo está apoyada y bien enraizada con las palmas de las manos apoyadas a ambos lados (para mayor intensidad, los brazos también pueden ir hacia arriba separados al ancho de los hombros o juntando las manos en mudra de oración)
- Levanta la espalda y la cabeza mirando al frente. La pelvis cae ligeramente hacia la tierra
5. Chaturanga Asana:
- RETENIENDO LA RESPIRACIÓN, estira la pierna izquierda hacia atrás apoyando los dedos del pie izquierdo junto a los del pie derecho
- Activa el punto del ombligo y empujando las palmas contra el suelo estira completamente tus brazos formando una rampa con tu cuerpo
- La cabeza está en línea con la columna
- Sostén la postura manteniendo la activación del punto del ombligo
6. Ashtanga Namaskara:
- EXHALA y ve bajando de la postura anterior hacia el suelo flexionando los codos (que queden pegados a los costados del cuerpo) y activando firmemente piernas y punto del ombligo, apoyando las rodillas, corazón y barbilla
7. Bhujangasana:
- INHALA y ve apoyando la pelvis, piernas y empeines de los pies en el suelo
- Haz presión con tu manos bien enraizadas y eleva, activando el punto del ombligo, tu tronco hacia arriba llevando los hombros hacia atrás con los codos flexionados cerca de los costados
- Eleva la mirada y la cabeza hacia arriba, proyecta el esternón hacia delante y hacia arriba y siente el estiramiento del pecho
8. Adho Mukha Svanasana:
- EXHALA y empuja las palmas contra el suelo, estira los brazos, crece desde la pelvis hacia atrás y hacia arriba y apoya las plantas de los pies estirando tus piernas hasta formar un triángulo con tu cuerpo
- Mantén la elongación de la columna
- Proyecta el coxis hacia el cielo
- La cabeza está relajada y en línea con los brazos
- Codos y rodillas estirados
9. Ashwa Sanchalanasana:
- INHALA y da un gran paso con la pierna derecha hacia delante; el pie queda bien apoyado y enraizado con las palmas de las manos apoyadas a ambos lados (para mayor intensidad, los brazos también pueden ir hacia arriba separados al ancho de los hombros o juntando las manos en mudra de oración)
- La pierna izquierda queda hacia atrás apoyando los dedos del pie (echando hacia atrás el talón) y apoyando la rodilla en el suelo
- Levanta la espalda y la cabeza mirando hacia el frente. La pelvis cae ligeramente hacia la tierra
10. Uttanasana:
- EXHALA y recoge la pierna izquierda. Lleva la planta del pie izquierdo al lado de la del derecho, flexionándote hacia delante desde las caderas con la espalda elongada y con las rodillas semiflexionadas
- Apoya las manos a los lados de los pies, acercando la cabeza a las rodillas
- Suavemente estira las rodillas hasta donde puedas y dirige el coxis hacia el cielo
11. Urdhva Hastasana:
- INHALA y ve elevando el tronco y la cabeza desde la base de la columna, estirando los brazos y juntando las palmas en mudra de oración, a la vertical y ligeramente hacia atrás; abre bien el pecho
- Activa tu punto del ombligo (abdomen activo) y realiza una ligera retroversión de la pelvis
- Evita que la cabeza caiga hacia atrás
12. Pranamasana:
- EXHALA bajando los brazos y llevando el mudra de oración al centro del pecho
Puedes realizar esta secuencia de asanas las veces que quieras. Comienza poco a poco y escuchando tu cuerpo. Al final de la práctica, en Pranamasana, vuelve a entonar el Om como muestra de agradecimiento y a modo de cierre.
Te recomendamos probar a practicarlo como los yoguis más ortodoxos : al amanecer (momento favorable desde el punto de vista espiritual), comenzando en Pranamasana, con el cuerpo dirigido hacia el este y con una actitud de respeto hacia el SOL.
Namasté
