La primera vez que me hablaron de Kundalini Yoga no sabía de qué me estaban hablando. En yoga hay muchos términos sánscritos con infinidad de significados y pensé que era uno con el que todavía no me había cruzado.
Yo me estaba formando en hatha y vinyasa, y una compañera hablaba de que hace tiempo practicaba kundalini y se le iluminaba el rostro.
Cuando volví a escuchar “Kundalini” me dijeron que no tuviese prejuicios y no entendí a qué se referían, ¿por qué iba a tener prejuicios sobre otro estilo de yoga? Personalmente considero que cada uno puede aportarte distintas cosas o encajar mejor en una fase vital que otro. Cada persona es distinta y no veo el problema en que pruebe distintos yogas para saber cuál encaja con ella.
Me dijeron que Kundalini no era una secta. Cuando escuché eso mi cara parecía un cuadro. Claro que no era una secta, ¿por qué iba a ser una secta un estilo de yoga? Si alguien me hubiese dicho que el hatha era una secta probablemente me hubiese entrado la risa. No entendía tantas advertencias ni explicaciones de lo que no era Kundalini.
Entonces conocí a Miren y Parmatma y aprendí algunas técnicas de Kundalini con ellos. Como en los demás yogas que había practicado, había asanas que me encantaban y otras que se me resistían. Y eso no tenía nada de malo. De hecho, aprendí algunas asanas y movimientos que me interesaban para mi autopráctica e incluso para incluirlas en mis clases. Creo que cualquier estilo puede nutrirse con otros. Y cuando en clase de hatha les dije a mis alumnxs que íbamos a hacer ranas de Kundalini respondieron bien y les gustaron.
También escuché que las personas que realizaban Kundalini siempre estaban en los chakras superiores. Y no entendí por qué, porque Miren siempre nos decía que había que trabajar los chakras de lo más burdo a lo más elevado. Había que tomar tierra para poder ir elevando la energía.
Cuando realizamos meditaciones me enamoré. Los mantras y el movimiento abrían infinitas posibilidades. No solo estaba la guía o el silencio.
Hoy entiendo los comentarios sobre Kundalini. Es un yoga bonito, especial, pero que a veces es maltratado o evitado por eso, por prejuicios por desconocimiento.
Kundalini Yoga me ha ofrecido cosas maravillosas. Es verdad que en mi caso lo más destacado es la meditación, ¿pero no es la meditación lo más importante del yoga? Como os comentaba, en Kundalini las meditaciones se acompañan de mantras y movimientos que guardan un sentido y movilizan la energía. Si estás empezando en esto de la meditación creo que son una gran opción porque el mantener la mente ocupada en el mantra, el movimiento y tu respiración harán que te sea más fácil evitar pensar en ponerte a enumerar la Iista de la compra.
El kundalini también me enseñó “El eterno sol” una canción muy potente con la que se suele terminar la práctica. Si aún no la has escuchado te la recomiendo.
De Kundalini yoga se suele decir también que es un yoga muy cerrado, pero conociendo a Miren y Parmatma también ves que eso es un error. Un yoga cerrado no puede tener maestros con una mentalidad tan abierta y respetuosa con el mundo.
Creo que a veces el desconocimiento lleva a la confusión y creo que cuando se habla de que Kundalini es un yoga cerrado en realidad se debe a que Kundalini tiene secuencias establecidas, formas de meditar y un orden que, durante cientos de años, se ha demostrado que funciona. Por ello quizá se llegue a ese malentendido. También es importante entender que Kundalini, como el resto de disciplinas de yoga, ha evolucionado a lo largo de los tiempos.
También me dijeron que en Kundalini se vestía de blanco y mi cabeza simplemente preguntó ¿por qué? Me explicaron que el blanco tiene un efecto en nuestro campo magnético al ser la proyección de todos los colores: fortalece y expande nuestra aura filtrando las influencias negativas. Este color tiene un efecto de apertura y receptividad, envía un mensaje de neutralidad a los demás. Nos da luminosidad y claridad.
Después me pregunté si era obligatorio vestir así. La respuesta fue que no. La escuela es abierta y respetuosa, así que no podía ser de otra forma.
Gracias Claudia Sorbet por esta maravillosa forma de explicar tu experiencia en Kundalini Yoga